¿Qué es el lacado?
El lacado es una técnica de recubrimiento que consiste en aplicar a una superficie de madera un líquido de acabado (esmalte-laca) que se seca por evaporación de los disolventes que contiene, y que sirve para conseguir una superficie lisa y resistente.
¿Qué características tienen las superficies de madera lacadas?
Las puertas y muebles lacados tienen una superficie completamente uniforme y lisa, sin imperfecciones. Admiten una gran variedad de colores y permiten seleccionar el nivel de brillo que queramos, por lo que pueden integrarse fácilmente en cualquier estilo decorativo, un buen ejemplo de como es que se debe hacer correctamente lo vemos en Lacar Puertas en Madrid .
Presentan una gran resistencia ya que el esmalte-laca suele durar muchos años y el color no cambia con el paso del tiempo. Es importante tener cuidado con los golpes porque pueden aparecer grietas.
¿Cómo se realiza el lacado de puertas y muebles?
También son muy fáciles de mantener y limpiar. Sólo hay que pasar un paño húmedo, pero sin utilizar ningún producto abrasivo.
Le mostraremos cómo puede convertir sus viejas puertas en puertas con efecto lacado. ¿Cómo hacerlo? Muy sencillo.
1. Retire la manilla antigua.
2. Limpie la superficie con agua y detergente para eliminar la suciedad. Lijar suavemente con un bloque de lijado para abrir el poro de la puerta.
3. Aplique una capa de sellador blanco. Imprimación especialmente diseñada para superficies porosas.
4. Al aplicar esta capa, y blanquear la superficie, nos saldrán unos viejos baches que masillaremos con sellador. Las juntas entre tapas y pared o casetón, si están mínimamente separadas, las masillaremos con pasta de estuco, que sería otra alternativa a la masilla. Aplicar con un juego de espátulas de masilla.
5. Dejaremos secar y lijaremos de nuevo la masilla aplicada suavemente.
5. Aplicaremos 2 capas de esmalte satinado con un rodillo de espuma.
De esta forma conseguiremos también puertas de interior lacadas en blanco «baratas», ya que podemos lacar puertas viejas a un precio excelente.
Con estos pequeños pasos ya hemos reconvertido nuestras viejas puertas en un acabado lacado y un aspecto más moderno.
Durabilidad, apariencia y asequibilidad
La laca es resistente. Dura tanto o más que cualquiera de sus competidores sin descascarillarse ni astillarse. La laca se mantiene clara durante años sin el amarillamiento que se suele asociar con el barniz, el poliuretano o la goma laca. La laca es un poco más fina que otros productos, lo que hace que penetre más profundamente, lo que proporciona un sellado duradero que protege la madera de dentro a fuera.
No es necesario dar más de dos capas para conseguir un buen brillo con la laca. Esto mantiene la acumulación al mínimo, así como el coste. La laca es mucho más barata que el barniz, la goma laca o el poliuretano, y requiere menos trabajo. También es versátil y está disponible en tres variedades: mate, medio y muy brillante.